"LA APARICIÓN DE LA VIRGEN DE LA CANDELARIA" Manifestaron que los viajeros de Chilca caminaban a paso lento por un camino muy empinado conocido como "la Cuesta", antiguo camino que empleaban nuestros abuelos para llegar a Calango, de pronto uno de los viajeros detuvo su caballo bruscamente, ante el brillo deslumbrante que se irradiaba desde el interior de la cueva, ubicada en el camino; ante el asombro de los viajeros, los otros desmontaron de sus caballos y se pusieron de rodillas, ante la maravillosa aparición que había deslumbrado los ojos, se trataba de la "Santísima Virgen de la Candelaria". Repuestos ya de su natural sorpresa, oraron postrados ante la bellísima efigie, luego tomaron la decisión de regresar a Chilca, llevándose consigo la imagen hallada en aquel lugar, la levantaron entre sus brazos, dirigiendo sus pasos a Chilca. Pero vieron abrirse delante de ellos un camino cubierto de espinas, abismos profundos, hasta el cielo desató una violenta tempestad de truenos y relámpagos, vientos muy fuertes y una copiosa lluvia y como resistencia, la Sagrada Imagen se puso tan pesada como hecha de plomo, su rostro en un principio bellísimo dulcemente expresivo se tornó pálido y melancólico. Comprendieron los viajeros que la Santísima Virgen no quería trasladarse a Chilca y se trasladaron a Calango. El rostro de la Sagrada Imagen cambió instantáneamente, su expresión de tristeza y palidez, la imagen se puso tan liviana que un niño lo habría levantado, asimismo el Sol resplandeció por todos los lugares y el paso de los viajeros se abrió un camino con vistosas flores, llegaron a Calango cargados entre sus brazos la sagrada imagen y la colocaron en la antigua Capilla, esta fue ampliada y hoy se venera, siguiendo una tradición de padres a hijos, cada año en el mes de febrero se recueda al reunirse en un peregrinaje con mucha devoción, conmemorando aquella divina aparición de nuestra Santa Madre.
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