El Valle del Río Mala
Residencia campestre de Azpitia
La Casita de los camarones
Niños comiendo sus helados
Sabíamos que existía un lugar donde el camarón -marisco de agradable sabor y muy tradicional en la gastronomía peruana- se paseaba muy a menudo por el Río Mala. Nosotros fuimos en su búsqueda siguiendo el bello valle del río.
A 80 kms aproximadamente de Lima por la Panamericana Sur es en esta oportunidad nuestro lugar de visita. Un paraje hermoso que es preciso conocer para cualquier limeño o turista casual. Se trata del pueblo de Azpitia, ubicado en el valle de Mala, provincia de Cañete y en el departamento de Lima. Se puede ir el automóvil hasta tomar el desvío a la mano izquierda a la altura de la Playa León Dormido. Luego 2km antes de llegar a Mala (y antes de cruzar el río Mala) desviar hacia el Nor-Este en el Pueblo de San Antonio, Pasando por Santa Cruz de Las Flores, en total unos 10km. Esta carretera prosigue hasta Calango.
De igual forma en este reportaje, no sólo conoceremos la belleza de Azpitia, sino los pueblos circundantes aludidos anteriormente. Todos guardan un tremendo encanto y con ganas de volver nuevamente.
Se inició nuestro paseo empezando por la ciudad mas distante, Calango. un lugar muy apacible en donde el clima es excelente todo el año, Calango está a 350msnm, existen abundantes plantaciones de manzanos. Aquí es donde reina la popular manzana “Delicia” y los restaurantes en donde se degustan los más ricos potajes a base de su majestad el camarón. El camino a trocha muy accidentado, son mas de 10 kms desde la entrada de Mala para adentro.
Entre los atractivos en el mismo Calango podremos ver la famosa Piedra Estrella, la cual fue satanizada por años por los extirpadores de idolatrías, pero con suerte se ha conservado hasta nuestros días habiéndosele construido un museo de sitio. También está El templo católico dedicado a la Santa Cruz en donde destaca su púlpito y la imagen de la Virgen de La Candelaria, patrona del pueblo. La iglesia presentaba un hermoso altar en pan de oro, un púlpito tallado en fina madera y nos dijeron que su construcción data aproximadamente del siglo XVIII. Pudimos comprobar también algunos deterioros en su estructura, efecto del último sismo que azotó la región, que necesitan reparación inmediata.
Calango es la tierra de los camarones y de la Virgen de la Candelaria. La fiesta de la Virgen es el 2 de febrero y dura por espacio de tres días . Los fieles se acercan a ella con sus cajuelas, especies de altarcitos con la imagen de la patrona, y la acompañan bailando junto a una cruz y rezando luego en el recorrido procesional. Cuentan que ante las amenazas de la naturaleza, los lugareños optaron por buscar las alturas y cuando pensaban que aún así el desastre los alcanzaría, vieron a la Virgen salir del templo y ordenar a las aguas que se queden tranquilas.
En el mismo pueblo de Calango hay tiendas medianamente abastecidas. Además hay comisaria y telefonos publicos. Sólo una farmacia pudimos ver y muchos restaurantes en donde el camarón se paseaba de plato en plato: chupe, sudado, tortilla, camarón al ajo y picante de camarones es lo que se ofrecía en la mayoría de ellos.
Otro lugar bello para visitar dentro del valle del Río Mala, es el Pueblo de San Antonio, para esto tuvimos que regresar nuevamente al punto de inicio del valle. Sus pistas estaban en buen estado y sus calles angostas nos acogían cálidamente. Muy cerca de ese lugar estaba Santa Cruz de las Flores muy famoso por los festivales vitivinícolas que se realizan 2 veces por año. Este año no se pudo realizar más que un evento por el sismo del pasado agosto que trajo pérdidas en la producción artesanal de los productos de la vid en la localidad.
Dentro del grueso grupo de productores de vino se encuentra Viña Florino, de propiedad de Antonio Caycho Huapaya, con muchos premios y condecoraciones en su haber le dan a uno la garantía de consumir muy seguro sus productos. Dentro de la gran variedad de vinos y piscos, está una especie licor híbrido llamado “Mistela”, que no es sino una mixtura de pisco Italia con vino borgoña blanco, con un sabor muy agradable y muy apropiado para un brindis.
Para llegar a Santa Cruz de las Flores, con auto propio se puede entrar por el desvio de Azpitia a la altura del Km 75 de la Panamericana Sur. La fauna es absolutamente variada , mucas, chivillos, garzas, cucos y rapiñeras, que hacen que su cielo esté hermosamente decorado. También si uno va por el río, entre las piedras se puede encontrar camarones de todos los tamaños.
Por su parte y siguiendo la rivera del río llegamos a Azpitia, ubicada en la zona lateral izquierda del valle del Río Mala. Azpitia es un acogedor lugar con una excelente vista del valle de Mala. San Vicente de Azpitia se encuentra en el camino a Calango, (para ser más exactos, frente a él). Abundantes campos de manzanos y buena zona para la práctica de bicicleta de montaña. Todavía podemos encontrar zonas con campo amplio y zonas libres para acampar. Es una pueblo que su fundación data del 28 de agosto de 1902, y aunque ha transcurrido más de un siglo sigue conservando su autenticidad como pueblo de provincia en donde se puede gozar de un excelente clima seco. La incomodidad son los constantes ventarrones y el camino no asfaltado totalmente, haciendo que se levante grandes cantidades de polvo.
Azpitia también es famoso por los restaurantes campestres que se encuentran a los lados del camino, en especial los que miran al valle. La mayoría de ellos con nombres parecidos ofrecen todo tipo de posibilidades en cuanto al gusto y sazón existan. Platos que fluctúan en precio desde 8 soles hasta los 30 soles, según el lugar. Es cuestión de ver y probar.
Para ir a Mala hay un desvío en el Km 80 de la carretera panamericana y unos Km antes, cerca al Km 75, hay un moderno puente que ingresa directamente a Azpitia. Ojo es una subida así que los automóviles que "no jalan" pueden sufrir un poco.
Y terminamos, donde comenzamos, la localidad de Mala, muy conocida por sus ricos chicharrones de cerdo y por sus insuperables tamales. La Ciudad de Mala es relativamente económica. Se puede tomar de base para visitar Santa Cruz de Flores, San Antonio, Calango y Azpitia, que fue lo que hicimos nosotros.
Algo que me olvidaba, era que en la carretera panamericana sur, a la altura de la localidad de Chilca, antes de llegar a Mala, es de obligada parada para degustar unos riquísimos helados artesanales hecho a base de pura fruta lúcuma, se trata de los Helados “Ovni”, la verdad...una delicia.
Esta es una más de las posibles alternativas para pasar un fin de semana con la familia, con tu pareja o con los amigos. Sol, buen clima, productos de la región, rica gastronomía y sobre todo un momento para dedicártelo huyendo de la rutina diaria.